Me levanto, y mi primer paso cada día es buscar tu mensaje, tu llamada en mi móvil, pensarte….
Soy de esas personas que no saben estar solas, que necesitan siempre a ese alguien especial, que me arrope cada noche, que me dé un beso al despertar… No sé vivir sin la ilusión de tener a esa persona a mi lado, sin la ilusión de verla y sentirla cada día conmigo. Necesito saber cada día que estoy agarrada a alguien que no me va a dejar caer. Y ahora me he encaprichado, y estoy decidida a que esa persona seas tú.
Echo de menos esos días escondiéndonos de los demás, sin tener que dar ninguna explicación a nadie (aunque tampoco creo que lo entendieran), momentos en los que no parábamos de reír sin ni siquiera saber porqué, tumbarnos en la carretera esperando que venga un coche, saltar en los charcos y mojarte tan sólo para que me persigas y me abraces de nuevo, jugar con dos pistolas de agua, sentarme a tu lado sólo para mirarte…. Ser felices teniéndonos el uno al otro. Echo de menos estar sólo tú y yo, que nada más importe.
No es nada extraño ver cómo pasan las horas y mi cabeza sólo sabe pensar en ti.
No sé en qué momento me di cuenta de que eras la persona adecuada, que eras para mí… pero ahora sé que no me equivoqué, porque a tu lado no me hace falta dormir para soñar, porque contigo es muy fácil sonreír y ver las cosas de otro modo.
Quizá este no sea el mejor momento y no esté haciendo las cosas bien, quizá todo no esté como me gustaría, o la gente opine que me equivoco, pero ¿sabes qué? Que me da igual, que me propuesto luchar por los recuerdos que me hacen feliz y lo voy a conseguir. Porque yo vivo por cada uno de esos mágicos momentos, esos que recompensan todo lo demás.
El dolor y el amor, quizás vayan cogidos de la mano, porque la vida es eso, pero, ¿acaso no merece la pena?
¿Qué no darías por volar de nuevo?
¿Qué no darías por volver a sonreír?
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