¿Y si… con sólo mirarte pudiera
desvelar tus secretos más profundos?
¿Y si… con sólo mirarte pudiera
sentir con tu corazón?
¿Y si… con sólo mirarte pudiera
ver con tus ojos?
¿Y si… en sólo un instante fuera
posible saber exactamente quienes somos el uno para el otro?
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También
es un momento importante para él porque su madre murió el día anterior, y
durante todo el libro va reflexionando sobre las enseñanzas que ella le
transmitió.
El
otro punto que rige la novela, es que Marcos tiene un don, conoce el mejor y el
peor momento de la vida de una persona, y esto es porque es capaz de ver las
imágenes que los demás tienen guardadas en su mente.
Y
por supuesto, también hay una chica, alguien interesante en quien Marcos se
fija.
Una
de las frases que destacamos de esta novela es: “Toneladas de tristeza mezcladas
con kilogramos de felicidad.”
Así
es como el autor define la infancia, y tiene toda la razón del mundo. Esa época
en la que cada cosa era lo más importante. Si te daban un regalo, si jugabas y
te lo
pasabas bien,
eras feliz, felicidad en estado puro. Feliz de sentir
emoción, alegría, entusiasmo; tan feliz que hasta se te saltaban las lágrimas de
lo contento que estabas. Pero si por el contrario no conseguías lo que querías, o
te sentías
solo, te aburrías, te caías… llorabas con ganas, con tantas ganas que podrías llenar un
mar entero con tus lágrimas. Estabas triste, pero triste de verdad.
Hoy
día suelen perderse todos estos sentimientos, tan reales, tan puros… y es una
verdadera pena. Es bonito hacer las cosas tal y como las sientes.
No
es bueno mirar hacia atrás y recordar las cosas que nos hacen daño, pero sí que
es aconsejable mirar de reojillo para volver a vivir todo esto.